El cansancio de estar cansada

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La técnica de administración del tiempo y «multitasking» no significa un progreso para la civilización. Se trata de una regresión. De hecho, está extendida entre los animales salvajes: es una técnica de atención imprescindible para la supervivencia en la selva.

La sociedad del cansancio. Byung-Chul Han

Estoy encantada con mi club de lectura. Así, sin matices ni prolegómenos. Este curso apenas estoy usando mi libro electrónico (¡ya llegará el verano!). A cambio me sumerjo entre páginas, portadas y olor a imprenta. Cada libro es un descubrimiento. Un regalo que nos saca de las zonas de confort por las que transitamos con seguridad. Cada sesión de puesta en común, una revelación, una parcela de reflexión, un espacio de aprendizaje.

Esta semana hemos leído ensayo. Para ser más exacta, ensayo filosófico. Para alguien a quien le cuesta la filosofía y tiene cierta tendencia a despistarse con las musarañas ha sido todo un reto, para qué lo vamos a negar.

«La sociedad del cansancio» de Byung – Chul Han nos sitúa frente a la sociedad actual desde un prisma particular: analiza la sociedad del rendimiento, de la autoexigencia productiva, de la autoexplotación sistemática a la que cada una/o nos exponemos con demasiada (e incluso permanente) frecuencia.

Como resultado, el cansancio como amable desarme del yo, la autodestrucción personal, la autoaniquilación como sociedad, la histeria, el nerviosismo, la depresión, la hiperactividad, las enfermedades neuronales. Se ha transformado la sociedad, pasando a una violencia sistémica, inherente, inmanente al propio sistema.

Una sociedad del rendimiento, donde nuestra obligación se ha transformado en la exigencia de vivir de forma activa (hiperactiva), con positividad máxima y felicidad permanente, donde el fracaso es NO conseguirlo, no ser suficiente. Fracaso que se traduce en depresión por no servir, en sentimientos de inferioridad e insuficiencia como contraposición al «Si, claro. Claro que se puede. Si no puedes es que no lo has intentado. La culpa es tuya«.

Vivir en esta nueva modernidad nos libera de que nos opriman. No nos oprimen, porque ya lo hacemos nosotr@s, ya somos nosotr@s quienes nos oprimimos y nos presionamos hasta la extenuación. Es completamente perverso: «La hiperactiva agudización de la actividad transforma esta última en una hiperpasividad, estado en el cual uno sigue sin oponer resistencia a cualquier impulso e instinto».

Sin tiempo para el aburrimiento o la reflexión, nos autoexplotamos. Pero además, creemos que nos estamos realizando. De locura.

Una lectura interesante y necesaria. Una lectura que nos aporta reflexión y nos regala gafas filosóficas para permitirnos ser conscientes y críticos con las vidas que llevamos en la actualidad.

Una mirada filosófica para recordarnos la importancia de parar, de permitirnos el aburrimiento, el ganduleo, el no hacer nada. La importancia de reflexionar, de dedicar tiempo a profundizar, lento, sin prisas ni furor. Despacio, con calma y relajación. Porque solo el que piensa, es capaz de modificar.

Este ensayo me ha abierto miradas. Ha dibujado con palabras algunas sensaciones y emociones que llevaba un tiempo rumiando. Este ensayo me sugiere que, quizá, pueda intentar transformar mi autoexigencia permanente en autoconocimiento, deleite y calma. En reflexión y profundidad. Porque, puede que aprender a disfrutar y fluir sea el primer paso para caminar y construir. Para ser capaces de modificar.

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